Villa marinera conocida también como Flavióbriga, antiguamente localizado aquí un asentamiento romano. Castro Urdiales formó parte de la poderosa hermandad de las Cuatro Villas de la Costa del Mar. Conserva aún en buen estado su casco viejo e origen medieval, lo que ha conseguido que se le reconozca como Conjunto Histórico en el año 1978. La villa contaba ya con población antes de la romanización, y en el municipio hay vestigios de yacimientos prehistóricos. En las cuevas de Urdiales, La Cubilla, La Lastrilla, La Peña, La Dársena se han descubierto restos de poblamiento humano e incluso pinturas rupestres. Su patrimonio monumental lo forman la iglesia de Santa María una de las mejores obras góticas en Cantabria, construida entre los siglos XIII y XV, el Castillo-Faro ubicado junto a la iglesia y su puente medieval, y como no la ermita de Santa Ana. Aunque el conjunto constituye la imagen más representativa del municipio, el verdadero atractivo es su gastronomía, la cocina castreña conquista a sus visitantes por sus besugos y caracoles, acompañados por los productos de la pujante industria conservera de la zona. Sus bellas playas de Ostende y Brazomar forman parte también del encanto de Castro Urdiales.